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#ResponsabilidadGeneracional #AbriLaBocaySuspiré #SumamentePuraTuPalabra

29 nov 2016 8pm EST EstudiandoLasEscrituras On-Line vía ZoomSalmo 119:121-144

  • #ResponsabilidadGeneracional, Salmo 119:121-128
  • #AbriLaBocaySuspiré, Salmo 119:129-136
  • #SumamentePuraTuPalabra, Salmo 119:137-144

Cada vez se hace más difícil seleccionar solo 3 palabras de cada estrofa; cada palabra, sentencia y oración es tan importante que no podemos sino leer y meditar en ellas una y otra vez. El contenido de este Salmo se vislumbra desde los 5 primeros libros, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio; y al ver Dt.6 nos confronta con una enseñanza familiar, una Responsabilidad Generacional para ti, tus hijos y nietos. Dt.6.1 menciona mandamientos, estatutos y decretos, términos que hemos encontrado en todo el Salmo 119, que al ponerlos por obra nos lleva a una vida temerosa de Dios, a larga vida y con una definida responsabilidad: enseñar a los hijos y nietos los asuntos de Dios, luego la responsabilidad secundaria recae sobre la iglesia. Lo primordial: “Oye Israel, Jehová nuestro Dios uno es”, Dt.6.4, punto. Esas palabras guárdalas en tu corazón (Dt.6.6), repítelas en todo momento a los tuyos (en casa, calle, al levantarte, al acostarte), Dt.6.7, llévalas contigo siempre (Dt.6.8), ponlas en tu casa (Dt.6.9). Tu casa y tu ciudad serán bendecidas.

En el Salmo 119 hay un clamor: no me abandones v121, dame entendimiento para conocer, v125, es tiempo de actuar Dios, v126, afianza a tu siervo, v122, no permitas que me opriman, v122, enséñame tus estatutos, v124, conocer tus testimonios, v125, amar tus mandamientos más que el oro, v127, los considere todos, v128. ¿Cómo sería nuestra vida si incluimos esto en nuestra oración diaria?

Cuando la palabra se expone, da luz y entendimiento al sencillo, nos hace discernir los asuntos cuando Dios se mueve. Nos hace estar en una posición de asombro como un pequeño niño hambriento buscando comer, jadeante (Sal.42.1), sin cesar, moviéndose hasta conseguir la “leche”. Realmente es un profundo clamor por los asuntos de Dios y al abrir la boca bastante, algo sucede (Sal.81.10). AbriLaBocaySuspiré, (119.31) como si estuviéramos secos en necesidad de ser llenos de su palabra. Sal.119.10, 119.40, 119.174, 119.28. Viene un profundo deseo de conocer más de Dios (1P.2.2), buscar jadeantes la leche espiritual no adulterada. Entonces nuestro espíritu se fortalece, se levanta, se renueva. La palabra de Dios ordena mis pasos (v133), nos libra de iniquidad (gr.’anomía’, significa desprecio por las leyes) y de las consecuencias por despreciar las leyes de Dios, consciente e inconscientemente. Seria advertencia tenemos en Ex.34.7 que afecta a nuestros hijos, nietos y bisnietos.

SumamentePuraTuPalabra, sin discusión, es un reflejo de que Dios es justo y santo; y nosotros, recibimos lo que merecemos. Al mirar la oración de Daniel (Dn.9.8-14), el clamor de Nehemías (Neh.1) junto con el Salmo 119.137-144 vemos que no solamente son rectos los juicios de Dios, sino que Dios es justo también, sus testimonios son rectos, muy fieles, absolutamente confiables, y que nosotros merecemos lo nuestro, Dios nos da conforme a su fidelidad. La oración y clamor de Daniel y Nehemías reconoce nuestra condición delante de Dios, la de nuestros gobernantes y autoridades, nuestro pecado. La confusión de rostro es nuestra y de los que nos gobiernan por habernos apartado y pecado contra Dios. Dios nos perdona aunque nos hemos rebelado contra él. Maldición viene por ello y el juramento que está escrito en la ley de Moisés (Dn.9.11).

Tenga Dios misericordia de nosotros y de nuestras naciones.