LaRocaCommunity online’s Zoom Meeting – Gálatas 4.1-31 Jueves 23 Junio 2016, 8pm EST EstudiandoLasEscrituras on-line desde las naciones,

• #HerederosPeroSinDisfrutar, Gal.4:1-10
• #FalsosMaestros, Gal.4:11-23
• #2Pactos, Gal.4:24-31

#2Pactos #HijosLibres #HijosEsclavos #MenorDeEdad #Atado-a-LaLey #DeEsclavo-a-Hijo #MeConvertiEnSuEnemigo #TomandoLaHerencia

Gal.4:1-10 Pablo comienza con una alegoría tan cierta relacionada con nuestra vida espiritual, la confusión en el pueblo de Dios es tan fuerte que muchos son herederos pero no disfrutan de la herencia. Son menores de edad (espiritualmente), niños que no crecen, con ataduras a la ley (la Torá), al AT, a las costumbres ‘mesiánicas’ que han incorporado a sus vidas y pasan a ser esclavos con consecuencias terribles (Oseas 4.6). Cuando dejas la niñez (4.3) pasas de esclavo a hijo, y tomas las promesas de Dios y las disfrutas, tomas parte de la herencia. Mientras seas niño, aunque seas hijo del dueño, no disfrutas para nada la herencia, y en nada se diferencia del esclavo.

Gal.4:11-23 La ley es espiritual (Ro.7.14), crea ataduras y es introducida en la iglesia por falsos hermanos (Gal.2.4) y por falsos maestros (4.17). ¿Que tenemos entonces? ¿Falsas iglesias? ¿Perdimos entonces el tiempo? Cuando hablamos de estas cosas para que el creyente legalista sea libre de las leyes, nos convertimos en enemigos, somos rechazados. Pero lastimosamente, los creyentes son engañados por esos falsos maestros. El engaño va de la mano con los falsos maestros (Jer.6.13, 1Tim.4.1, 2Tim.3.13-14). Necesitamos conocer la palabra, leer la palabra. Si no, somos llevados de un lado a otro como las olas del mar.

Gal.4:24-31 Tenemos 2 pactos representados en 2 mujeres, Agar y Sara, representando la esclavitud y la libertad. Agar representa el Monte Sinaí, la gente recibió la ley que los esclavizó (tienen que cumplirlas) y como no puede, son culpables. Sara representa la Jerusalén celestial, de la cual somos partícipes. Los creyentes al vivir esclavos bajo la ley, no son hijos de la promesa. Los hijos de la esclava no comparten la herencia, en cambio el hijo de la libre, recibe y toma la herencia. Somos hijos de la promesa tal como Isaac. Pero somos perseguidos por aquellos que quieren que mantengamos la ley, como Ismael, quien nació por esfuerzo humano y no de Dios. Ismael persiguió a Isaac, el hijo que nació por el poder del Espíritu.