29Sep2016 8pm EST EstudiandoLasEscrituras On-Line vía Zoom, 2 Pedro 1:1-21
- #FormaDeSaludar 2P1.1-4
- #EvitandoLaMiopiaYlaCeguera 2P1.5-15
- #AfirmadosEnLaPalabra, 2P1.16-21
Pedro saluda con la identificación de lo que hay en su corazón, reconoce lo que el Señor ha hecho en su vida y comienza identificándose como siervo, según las funciones de su llamado. ¿Sabes lo que significa siervo? Esclavo, sirve al Señor, le pertenece al Señor. Mt.20.27, Lc.7.2, Lc.14.15-24, Jn.8.34, Gal.1.10. Saluda con bendición deseando que la gracia y la paz sean multiplicadas, recordándonos que tenemos preciosas y grandísimas promesas, promesas valiosas. ¡Cuánto tenemos que aprender de esto! No utilizaríamos más “siervito” ni diríamos, ese es un “gran siervo”; es como decir “esclavito” o “gran esclavo”. Tu saludo presenta lo que hay en tu corazón y como está tu corazón. O somos siervos del Señor o somos siervos del pecado, en otras palabras, o esclavos del Señor o esclavos del pecado. Hay una diferencia claramente identificada. ¿Cuál es tu saludo cuando te presentas, ya sea en persona o por escrito, o por chat, o por tlf, o en las redes? Metafóricamente, siervo/esclavo hace referencia a aquel que se rinde totalmente a la voluntad de otro y se usa con la dignidad más alta en el NT, principalmente para creyentes que voluntariamente viven bajo la autoridad de Cristo como seguidores fieles.
La falta de nutrientes para el espíritu nos debilita de tal manera que nos lleva a la miopía y ceguera. En la medida en que nos esforzarnos por tomar esos nutrientes, tendremos fuerzas para escapar de lo corrupto del mundo y compartir la naturaleza divina. Pon todo el empeño para añadir fe (mismo término que el don espiritual), virtud (excelencia moral), conocimiento (doctrina, sabiduría), dominio propio (continencia, dominio de deseos y pasiones, apetitos sensuales), paciencia, piedad (respuesta interior a las cosas de Dios), afecto fraternal (mutuo) y amor (agape, central en la preferencia moral). A cualquiera que le falten esas cualidades, es ciego, tan miope que se olvida que sus pecados fueron perdonados y que hemos sido lavados. Al trabajar esos nutrientes nos mantendremos firmes. Pedro repite para que lo recordemos (v12), para que estemos afianzados.
Pedro presenció la trasfiguración del Señor, aunque estaba semi-despierto (Lc.9.32) cuando se manifestó la ‘shekinah’ de Dios, el rostro del Señor resplandeció como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos, blanco purísimo imposible de alcanzar (Mr.9.3). Pedro habla del regreso del Señor, asunto que muchos no hablan, no aclaran o ponen en duda. Y esa es la palabra profética más segura, sabemos que ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada, ¿por qué? Porque toda la escritura es inspirada por Dios (2Tim.3.16-17). Pedro confirma que los creyentes para que este afirmados en la palabra. Los discípulos de Jesús tienen que vivir en santidad, alejados de toda contaminación, de toda inmoralidad. Las cosas están tan deterioradas y contaminadas, en las iglesias, que ya no hay diferencia entre lo mundano y lo divino, ni siquiera el hablar. El regreso del Señor está cerca, el Señor no retarda su promesa.