Febrero 2018 – Semana 9
Martes 27 Febrero, 2018 8pm EST Estudiando el Salmo 1 Online vía Zoom y Facebook Live. Puedes ver la sesión en diferido en https://www.facebook.com/lucho1jaimes/posts/10215136215738109
Dios es el autor de los Salmos; cada uno de ellos nos presenta continuamente su presencia y nos habla de la confianza absoluta cuando buscamos a Dios.
Sin embargo vemos como muchos están #Amotinados (2.1) contra Dios y contra el Señor Jesús manifestando una rebeldía espiritual que tiene sus consecuencias. Si tienes un hijo rebelde, ¿qué haces? Cuando nos apartamos de Dios, cuando le rechazamos, el resultado no debe sorprender a nadie.
Vemos naciones levantándose contra Dios, lo que Dios ha decretado y conspiran contra él. ¿Cómo lo hacen? Pues contraviniendo sus preceptos, colocando nuestras propias opiniones y leyes para aprobar lo que Dios rechaza. Pedro en el Nuevo Testamento hace mención (Hch.4.25-26) de ese amotinamiento. El rey Herodes se levantó contra el Señor Jesús y le menospreció al igual que Poncio Pilato, que aunque enemigos, se hicieron amigos en contra de Jesús (Lc.23.7, 23.12). Las sociedades se levantan para aceptar el matrimonio igualitario, el movimiento LGBT, amontonándose contra Dios. Están conspirando en vano. Todo lo que se opone a Dios hace que la gente se amotine y el diablo ciega a la gente para que se levante contra Dios. Cuando se levanta una religión para decir que esta bien seguir a un hombre diciendo que es infalible, se levanta contra Dios, contra su ungido Jesucristo. Aunque se levanten naciones, Dios anulará el consejo de las naciones, de las organizaciones mundiales (Sal.33.10), serán derretidas como cera (Sal.46.6). Son cosas vanas, sin sentido (Lv.26.20).
Se unen, se confabulan todos a una (2.2) y toman consejo junto para decidir y dicen librémonos de su yugo (2.3). Pues #DiosSeRie se burlara de ellos, el rey de los cielos se ríe. Nadie está por encima de Dios. El Señor está sentado en su trono en los cielos, por encima de todo. A cada uno le llega su tiempo (Sal.37.13), Dios en su enojo los reprende (2.5), en su furor los intimida.
Dios hace una declaración contundente que no puede ser reprochada por nadie: “Pero yo he puesto mi rey …” Es un pronunciamiento definitivo. Como si Dios estuviera diciendo: ¿Cómo te atreves a levantarte en mi contra? ¿Te atreves a amotinarte? Pues yo soy quien coloco y quito reyes, Yo soy el que establezco, Yo he puesto, Yo he ungido, Yo he designado, Yo he señalado, Yo he constituido a mi Rey. No es un rey que viene por sucesión, no viene por elección de la gente, viene por designación de Dios.
Mira Jer.1.10, Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos. Es Dios quien lo ha hecho, Para arrancar y derribar, para arruinar y derribar, para edificar y para plantar. Un llamado directo. El designio es de Dios, nadie te arrebatará de mi mano (Jn.10.28). Por eso dice Dios en 2.6 “Te he puesto sobre mi monte santo Sion” haciendo referencia al Señor Jesucristo. 2.7 Aquí esta Jesús mi Hijo amado, el Mesías, en quien tengo complacencia, a el oíd. Dios no estableció ningún otro Mesías, solo a Jesús. No solo es Rey, es mi Rey, el ungido (Hch.13.33). Eso es lo que estamos #Proclamando el nombre de Jesús.
Dios dice, aquí pongo a Jesús, el que confía en el no será avergonzado, el que le mirare será salvo, el que se acerque será salvo, el que viene a él será libre.
Dios te bendiga
— Guía de estudio de esta sesión https://wp.me/P3MpAX-1H3