Adoración – Le Llaman Guerrero, Juan C. Alvarado
9 Mayo 2017 8pm EST EstudiandoLasEscrituras On-Line vía Zoom, Romanos 8.1-39
- #Santidad-y-EspírituSanto, Ro.8.1-14
- #AbbaPadre?, Ro.8.15-18
- #SensiblesParaClamar, Ro.8.19-39
Necesitamos el Espíritu Santo, necesitamos estar bajo la cobertura del Altísimo, necesitamos caminar en santidad. Estaremos más sensibles a lo que está ocurriendo, al gemir de angustia de la gente hasta caer y clamar Abba Padre.
Dios nos demanda andar es santidad (Lv.20.7, 1P.1.15-16), Pablo lo recuerda de nuevo en todo el libro de Romanos porque conoce el llamado de Dios (Ef.1.4, Lv.19.2). La santidad es posible cuando vivimos en el Espíritu, sin el Espíritu nadie puede vivir en santidad. No hay ninguna condenación (8.1) para los que están en Cristo Jesús, agrega: para los que no andan conforme a la carne oponiéndose a Dios (8.8), sino los que andan conforme al Espíritu. Para unos viene confusión y muerte, para los otros, vida y paz. Debes quebrar la lucha con la carne que nos convierte en enemigos de Dios (8.7), Pablo advierte de nuevo las consecuencias: muerte (8.13). Ahora, si eres guiado por el Espíritu de Dios, te confirma que eres hijo de Dios (8.14).
¿Qué significa Abba Padre? Puedes clamar así porque eres hijo de Dios (8.15), porque recibiste el espíritu de adopción (Jn.1.12, Ef.1.13), porque recibiste el soplo de Dios sobre tu vida. Hay dos espíritus, el de esclavitud (atadura) y el de adopción. El primero te lleva a tener temor que también es otro espíritu. Nosotros recibimos el ‘Pneuma’ (Espíritu Santo) y por eso podemos clamar ‘Abba Padre’, expresión que refleja una relación de dependencia de Dios. Jesús la utilizó cuando no podía resistir más (Mr.14.36) antes de ser entregado para morir en la cruz por nosotros y darnos vida eterna. Esa expresión proviene de un profundo clamor del corazón en un momento de angustia, de tristeza; Señor ya no aguanto más! Señor te necesito! Señor abrázame! Señor ayúdame! Señor sosténme! Señor dame vida! Sale del corazón cuando no podemos resistir más. Gente de Dios: es tiempo de clamar a Dios: ¡Abba Padre! El Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu (8.16), nos advierte, nos inquieta, nos revela, nos enseña, nos consuela, nos guía, nos habla. Cualquier sea la situación que nos toque atravesar (8.18) las aflicciones de este tiempo no se comparan con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, y esto, es una declaración profética, eso ha de cumplirse. Se cumplirá en aquellos que viven en el Espíritu y no en la carne.
Nos hace sensibles al gemir de la gente (8.19) y nos lleva a estar Sensibles Para Clamar. La gente está esperando que como hijo de Dios te manifiestes, con una palabra de aliento, de salvación, que ministres sanidad al enfermo, liberación al oprimido, al prisionero de la desesperanza, al que está en cárcel de oscuridad. Muchos pasaran de las tinieblas donde andan (8.21), de la esclavitud de corrupción a la luz admirable (1P.2.9) a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. La creación, la gente está gimiendo porque está en dolores de parto, está llegando su momento, y Ud. puede ser su nodriza, puede actuar de partero y ayudar para que la gente tenga su parto de una vez. No esperes más, escuche los gemidos de la creación, no sea sordo, muchos están en labor y no hay quien ayude. ¿Cómo vamos a pedir? No sabemos. (8.26). El dolor te lleva a clamar Abba Padre, el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles, no hay palabras, pero Dios que escudriña los corazones (8.27) sabe cuál es la intención del Espíritu, quien conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos, dondequiera que te encuentres, en cualquier lugar y nación del mundo, el Espíritu intercede por ti cuando clamas con “clamor”. Ahora 8.28 es tomado tantas veces fuera de contexto, esto esta relacionado con el creyente que anda en el Espíritu. Al carnal quienquiera que sea, creyente o no, su caminar lo lleva a un barranco, sufre sus propias consecuencias, así que no digas “… a los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien…”. Mira Hch.19.15 que hasta las tinieblas saben quién eres y en que camino andas. Tampoco digas “si Dios es por nosotros, quien contra nosotros” si estas en el camino equivocado. Necesitamos estar bajo la cobertura del Altísimo (Salmo 91.1-6, 10-11, 14-16) y la santidad nos lleva a la cobertura del Altísimo. Sin santidad nadie vera a Dios- Heb.12.14. Cerramos con Is.35.8, léelo en voz alta. Dios te bendiga.