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#EstabamosMuertos #LugaresCelestiales #Reconciliacion

7 Febrero 2017 8pm EST EstudiandoLasEscrituras On-Line vía Zoom, Efesios 2

  • #EstabamosMuertos, Efesios 2.1-5
  • #LugaresCelestiales, Efesios 2.6-13
  • #Reconciliacion, Efesios 2.14-22

Estas tres expresiones están muy entrelazadas la una con la otra, involucran una serie de actividades que se mueven en las esferas celestiales (allí dice Pablo que estamos sentados juntamente con Cristo, al ser reconciliados con Dios) y que intervienen en nuestro entorno físico. Hubo un arrebato de las tinieblas a la luz admirable. Estábamos Muertos (‘nekrous’ sin vida, inoperativos a las cosas de Dios) en nuestras transgresiones (desviaciones de la verdad, que puede ser inconscientemente) y pecados (voluntariamente), pero hemos sido salvados, limpiados y redimidos. Cada uno de nosotros debería ser capaz de identificar ese momento, sino estamos como ‘zombies’ muertos en vida, no ha ocurrido el nuevo nacimiento todavía, seguimos muertos (Mt.8.22, 10.8, Jn.5.21, Ro.4.17, 6.11, 8.10, 2Cor.1.9). Así está nuestra sociedad, siguiendo la corriente de este mundo conforme a satanás, y que también opera en los hijos de desobediencia. El creyente cuando peca deliberadamente (desobedece) y abre las puertas del infierno, apaga el Espíritu Santo y toma control aquel a quien le abrimos la puerta. Ef.2.4 nos da un consuelo, comienza con ‘pero’. Siempre hay una salida de las tinieblas, “…Dios que es rico en misericordia… nos dio vida, nos levantó de la muerte”.

El Señor no sentó en los lugares celestiales, de allí podemos movernos, vencer lo que se mueve en los aires, “hollar y pisar serpientes”. Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales (1Cor.15.40, Fil.2.10, 2Tim.4.18), sobre ellos estamos sentados, en autoridad. Son lugares de influencia sobre nosotros o nosotros ejercemos influencia. Satanás opera desde allí como príncipe de la potestad del aire. Recordamos que la gracia de Dios nos salva, es un don de Dios (2.8), no es de hombres. La fe del hombre no produce salvación, la de Dios trae revelación y el Espíritu Santo convence de justicia, juicio y pecado. La fe involucre creer pera va más allá del creer humano, involucra la revelación personal de Dios.

La reconciliación viene porque nos toca volver de donde teníamos que estar desde un principio, Gn.1.27-28, 31. La comunión que tenía el hombre con Dios en el jardín del Edén se rompió (Gn.3.6). El hombre decidió escuchar la voz de la serpiente y no obedecer la voz de Dios (Gn.3.17), tal como sigue sucediendo en la vida de muchos hoy en día, aún en la vida del creyente. La reconciliación está relacionado con la Cruz del Calvario, es imposible no considerarlo, allá fue consumado todo (Jn.19.30). Realmente se derribaron dos paredes, la pared intermedia de separación entre los hombres (2.14), y haciendo referencia al tabernáculo donde moraba la presencia de Dios, se rasgó el velo del templo (Mt.27.51). Por eso el hombre tiene acceso directo a la presencia de Dios. Jesús abolió en su carne las enemistades (2.15, 16) siendo imposible dejar de lado Isaías 53. Las declaraciones de ese pasaje vienen por revelación, hasta que la recibamos.